El adolescente cuando entra y se inscribe en uno de estos servicios es conformar su página personal y crear así su identidad virtual. En esta página 'colgará' fotografías con su imagen y la de sus amigos, incluirá los vídeos que le gusten, los enlaces a sus sitios de la Red favoritos, las canciones que más escucha y contará sus experiencias y pensamientos. A partir de ahí, se encontrará con amigos virtuales con los que interactuará y ampliará su espectro comunicativo.
Es normal que muchos padres quieran saber qué hacen sus hijos en estas redes, en qué consisten y con quiénes hablan. Con el fin de que este interés no sea calificado por los hijos como una intromission, conviene preguntarles a ellos directamente y que les inviten a observar alguna de sus charlas, siempre con cautela y respeto. En caso de que se nieguen, no es recomendable, ni necesario, usar el ordenador filial para ver la página personal del joven y lo que allí escribe. Conviene entrar desde otro terminal a la página general de la red social y, desde allí, navegar por las páginas de sus miembros para ver su diseño y los contenidos que muestran. En el caso de que se trate de redes cerradas a las que no se tenga acceso, se puede contactar con los padres de algunos amigos cuyos hijos se comunican mediante este sistema con el fin de conocer qué hacen en estas redes. Pero ante todo no hay que obsesionarse, tampoco se tiene un conocimiento exhaustivo de lo que hacen los jóvenes en cada momento cuando va a las discotecas y no por ello se les prohíbe ir.
¿Son peligrosos estos sitios?
Aunque se han dado algunos casos en que las redes juveniles se han utilizado con fines deshonestos por parte de adultos, éstos han sido muy minoritarios. Además, estos servicios cuentan con un estricto control de la privacidad y de los contenidos que se publican para evitar que se expongan mensajes perniciosos o que vulneren los derechos del menor. Los límites de edad, los botones de aviso de contenidos molestos y las cláusulas de responsabilidad son frecuentes.
Por lo general, la influencia de las redes en sus usuarios es muy positiva. En primer lugar, porque les familiariza de un modo lúdico con unas tecnologías que serán en unos años sus principales herramientas laborales. También porque las redes sociales suponen una segunda oportunidad para los jóvenes que en el mundo exterior no logran comunicarse con su entorno: en las redes, el joven tímido, con dificultades de relación o que tiene problemas para encontrar a personas de interés en su ambiente puede comunicarse a su manera, sin complejos y para un público mucho más amplio.
Otra de las grandes ventajas de las redes es su carácter colaborativo. Sus jóvenes comparten contenidos de manera constante y, de ese modo, también conocimientos. Incluso se pasan apuntes de clase y se consultan dudas. Es decir, aprenden a estudiar y trabajar en equipo, cualidad muy valorada en las empresas. Por tanto, estas redes, lejos de aislarles, socializan todavía más a los jóvenes.
Las redes más importantes
Las cuatro redes sociales que se detallan a continuación son muy similares en objetivos y usos; no así en sus estrategias para defenderse de las intromisiones molestas o ilegales.
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